ActionCOACH Lic María Inés Morán
Cuando me topo con alguien que está enfrentando algún serio obstáculo en su negocio, como la separación de los socios o la pérdida de un gran cliente o quizá la renuncia del vendedor clave, suelo recomendar la lectura de “La Renovación de las Águilas”, donde se describe cómo, esas hermosas aves de presa, al alcanzar la mitad de su vida, deben retirarse a una cresta solitaria para iniciar un proceso de renovación necesario para sobrevivir, mediante el cual el animal debe comenzar por arrancarse dolorosamente su pico, luego sus uñas y finalmente su plumaje, en una transformación que dura cinco meses, pero que le permite tener una alas más ligeras para alcanzar mejores habilidades de caza y defensa.
El mensaje de renovación que conlleva nos toca a todos nosotros, ya que, a lo largo de nuestra vida en el negocio, tenemos que decidir el “arrancarnos esas uñas” que nos impiden crecer y progresar tal como esperamos.
Los momentos difíciles pueden perturbarte y hasta hacerte dudar de tus capacidades; sin embargo si permaneces en este estado lo mas seguro es que no progreses. Son esos instantes de gran dolor emocional cuando precisamente podrías desatar un proceso de renovación, doloroso si, pero finalmente un proceso que te conlleva a algo mejor.
Este proceso es la oportunidad de asimilar importantes lecciones de vida y para tu negocio que, de otra manera, quizás, no podríamos aprender.
Este proceso es la oportunidad de asimilar importantes lecciones de vida y para tu negocio que, de otra manera, quizás, no podríamos aprender.
Cuando ocurren acontecimientos imprevistos que te colocan, de repente, ante una dolorosa disyuntiva, replantearte una serie de prioridades, metas y objetivos, es una excelente opción. Puedes elegir darte cuenta que necesitas trascender alguna situación o persona para poder alcanzar tus metas. En otras palabras, “soltar” estar aferrado a personas o socios que no deberían estar en tu empresa y en ese momento es cuando puedes tomar la decisión de “arrancarte las garras a picotazos” porque, aunque te duela , hay que entender que forma parte de la evolución de tu vida, que ser el protagonista de tu destino y no dejar que el miedo al dolor de alguna decisión te impida seguir creciendo.
- No dilates la decisión. La expectativa o la falta de certeza incrementa tu estado de ansiedad.
- No te aísles. Busca un grupo de apoyo, aunque sea pequeño, que te brinde sostén emocional.
- Visualizate. Ten la plena seguridad de que saldrás fortalecido de cualquier contratiempo.
- Confía. No dejes que malas experiencias te roben la esperanza de volver intentar.
Recuerda que lo que estás haciendo es tomar medidas que, aunque dolorosas, son necesarias para tener mayores herramientas de éxito en tu vida. De modo que no permitas que el miedo te paralice y sea quien guíe tu destino.
Y finalmente…Solamente libres de semejante peso podremos aprovechar el resultado valioso que siempre trae la renovación
¡Ánimo![/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]
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